Te mando dos bellísimas botellas mi gober precioso

abril 28, 2006 a las 11:27 am | Publicado en articulos, general | 9 comentarios

 ¡Yaa! Ni que fuera para tanto.
 No hicimos nada que tú no quisieras.
 ¡Ya!,deja de lloriquear y toma un juguete de los que hay en el
 otro cuarto. Toma el que tú quieras.
 ¡Mejor toma dos y ven para que sigamos jugando!
 
 Así le decía Jean Succar Kuri a una niña de 8 años de edad que,
 encogida en posición fetal, lloraba después de comprobar que el
 pederasta no la había invitado a su departamento sólo a nadar en
 la alberca y a jugar con muchos juguetes.
 
 Éste, como muchos, es el testimonio de Mary, ahora de 12 años de
 edad, que pasó dos años "al servicio" de Succar Kuri y "sus
 compadres", extraído del libro "Los Demonios del Edén", de Lydia
 Cacho.
  
 La palabra pederasta nos suena lejana, rara y misteriosa; pero
 describe lo más vil, lo más bajo de lo bajo que puede hacer un ser
 humano. "Un pederasta es un desgraciado y degenerado sexual,
 abusador de menores quien, para que los niños guarden el secreto,
 se gana su confianza con atenciones y afectos, o bien, los llena
 de miedos y amenazas" describe Cacho. Estamos hablando de
 criaturas inocentes que son forzadas y humilladas, que llevan en
 su cuerpo severas lesiones físicas y mentales que afectarán por
 completo su desarrollo y su vida.
  
 De acuerdo con Lydia Cacho y
la PGR, la "botella bellísima" no es
 cognac, es una clave que utilizan los pederastas para referirse a
 una niña. Así como la palabra "pomo" para referirse a un niño. O
 sea, que los mugrosos de Nacif y Marín se referían a NIÑAS, no a
 COGNAC en botella. ¿Qué ingenuos somos a veces los seres humanos!
 Estos perros degenerados no tienen perdón de Dios. ¿Creíamos
 conocer lo más bajo
 del subsuelo? Pues no; la sorpresa, la indignación y el horror que
 causa leer el trabajo de esta valiente periodista y saber que la
 pederastia se practica entre políticos y hombres de poder,
 rodeados de cómplices directos o indirectos, es indignante. ¡Sólo
 esta basura nos faltaba!
 
 Los medios nos hemos concentrado en la obligada renuncia del
 cínico Mario Marín, la exhaustiva investigación que se le debe
 hacer a José Kamel Nacif, "el héroe", o en que si grabar
 conversaciones es ilegal. Sin embargo, no perdamos el centro del
 verdadero problema que se revela: la pederastia. Ésta es una
 moderna forma de esclavitud que incluye a niños y niñas desde los
 5 años de edad. Un sector organizado con redes perfectamente
 estructuradas, campañas de publicidad, cuentas bancarias y
 atractivos folletos y que, en realidad, constituye una
 industria que implica fraude, secuestro, esclavitud, perversión,
 contrabando, soborno y corrupción a diversos niveles que pisotea
 lo más sagrado.
 
 Aunque es difícil establecer cifras exactas, UNICEF calcula que,
 en México, 16 mil niñas, niños y adolescentes son víctimas de la
 explotación sexual (prostitución, pornografía, turismo sexual y
 tráfico de menores con fines sexuales). Sin embargo, María Rubio
 de Hendricks, ex directora del DIF Quintana Roo, afirma que la red
 de prostitución infantil que encabeza Jean Succar Kuri es de 18
 mil menores de edad; la segunda en importancia, ya que la primera
 la ocupa una red en Tijuana con 250 mil menores de edad.
 
 Ya se destapó la cloaca. Ante esto, como sociedad no podemos ser
 indiferentes, quedarnos callados, ni dejar que este terrible caso
 en el que conocimos cómo se le pagan a "mi gober precioso" sus
 favores, tapaderas y arbitrariedades, así como la prepotencia y
 las turbias complicidades del poder, quede en el olvido y se
 esfume tras las campañas electorales o noticias de otro tipo.
 Porque, de hacerlo, nos estaríamos convirtiendo automáticamente en
 cómplices.
 
 Como por omisión lo hacen los medios, no te calles, divulga este
 mail lo más que puedas, a ver si se logra hacer algo con estos
 asquerosos y repugnantes pederastas y sus cómplices.
 
 Y pensábamos que hablaban de otra cosa… 

Sororidad

marzo 6, 2006 a las 10:31 am | Publicado en articulos, general | 3 comentarios
Irma Alma Ocha
Sororidad
Lunes, 06 de Marzo de 2006

Las feministas de la Librería de Milán señalan que la sororidad es a las mujeres lo que fraternidad es a los hombres.

Procede de la palabra sorella que significa hermana y se define como una relación interpersonal entre mujeres; tan antigua como el mito griego que describe a Artemisa, Diosa de la caza, como la protectora de las jóvenes de ser raptadas, violadas y/o sacrificadas.

Una acción de una mujer-diosa apoyando a otras mujeres-reales, tangibles y concretas.

Acciones como las que realizan las mujeres del Equipo interinstitucional contra la violencia, o quienes están a cargo de los refugios o albergues de mujeres que viven violencia familiar.

Las fraternidades o hermandades entre hombres nacen de las alianzas que éstos han realizado con los Dioses y de quienes han recibido el poder de mandar.

El pacto constituye uno de los ejes básicos de la condición masculina y de su calidad de sujeto histórico-político.

En el libro del Génesis se narra el pacto que Dios hizo con Abraham. Éste recibió poder legítimo para ser el jefe de su familia y de su pueblo, así como el derecho de dictar los lineamientos y las decisiones sobre lo que deberían o no hacer.

De estas alianzas con la divinidad nacen las fratrías o hermandades, espacios donde los hombres se alían y establecen relaciones de dominación tanto en la esfera pública como en la privada.

La dominación no sólo es de género sino que también toca la edad, la raza, la nacionalidad, la etnia, la religión, la política, la clase social o económica, etc. Las mujeres, atomizadas en la esfera de lo doméstico, quedan excluidas del pacto.

Los vientos cambian y llega el momento en que las mujeres reclaman sus derechos e irrumpen en la polis.

Al salir de los patios interiores en los que estaban sometidas, apagando las antorchas de su realización personal, las mujeres hacen alianzas y, en sororidad, conquistan el derecho a la educación que desde tiempos del ágora les estaba vetado; critican la adscripción de Sofía a los quehaceres domésticos y la ponderación de la educación para Emilio.

Exigen jornadas laborales más cortas, sueldos dignos y la valoración al trabajo no tan sólo al ejecutado por manos femeninas sino también el realizado por los hombres.

Abanderan las huelgas de Río Blanco en Veracruz y la de Cananea en Sonora. Mueren acribilladas y quemadas en el incendio de la industria Cotton en Nueva York.

Ganan la ciudadanía plena, es decir el derecho de votar y ser sujetas de elección popular.

Logran el derecho a elegir pareja, a decidir el número de hijos y el espaciamiento entre ellos, el derecho a heredar y recibir herencias, entre otros muchos derechos.

La sororidad se refleja, asimismo, en las diversas acciones promovidas por los grupos de mujeres y feministas que impulsan los presupuestos de género para abatir la pobreza femenina y las principales causas de mortandad materna; que procuran becas para las jóvenes con embarazos en edad temprana y debaten en la tribuna la violencia familiar y la violación dentro del matrimonio, temas antes circunscritos a lo doméstico.

Incluyen en sus agendas la pornografía, el abuso sexual y la explotación infantil, la migración y la prostitución.

Estos logros no podrían alcanzarse de no ser por las alianzas entre las mujeres. La solidaridad consiste en la adhesión a una causa común.

Las mujeres tienden a aliarse por causas que les atañen, que tocan sus vidas o las de los seres cercanos a ellas.

Ejemplos de sororidad son las Mujeres de negro, quienes desde 1988, salieron por vez primera a la calle en Jerusalén para manifestarse contra la ocupación israelí del territorio palestino.

En un principio fueron 8 mujeres israelíes, tres meses después contaban en sus filas a cien manifestantes, entre ellas mujeres palestinas.

Hasta hoy mantienen su lucha y continúan saliendo a la calle cada viernes de 1 a 2 de la tarde.

Mujeres de negro se ha convertido en uno de los movimientos de mujeres pacifistas con mayor proyección internacional.

Hay grupos en Italia, Alemania, India, Australia, España, Yugoslavia y Estados Unidos.

Sus protestas son diversas: contra la guerra, la xenofobia, la inmigración, la pobreza, la violencia, el fundamentalismo, las armas químicas, el militarismo, etc., su mayor aporte es el planteamiento de que las mujeres pueden manifestar su opinión política, ser visibles en las calles y lograr el reconocimiento social.

La sororidad remite a las mujeres a un mismo objetivo: la igualdad en el ámbito público y en el privado.

Ser sujetas de todos los derechos políticos, económicos, sociales, medio ambientales y culturales.

Ser beneficiarias del desarrollo y vivir en paz. Supone un reto que requiere crear con tenacidad, dedicación, esfuerzo y paciencia espacios para vincular las alianzas y la solidaridad entre mujeres.

En este desafío los grupos de reflexión para mujeres que florecen en Argentina, Estados Unidos e Inglaterra en la década de los años sesenta, favorecen la toma de conciencia de las mujeres sobre su condición social, económica y política, en virtud de las atribuciones construidas culturalmente.

En estos grupos de reflexión se tienden puentes para que las mujeres establezcan lazos interpersonales y se solidaricen con otras iguales a ella al romper la atomización doméstica.

En la reflexión las mujeres buscan conformarse en sujetos sociales al conquistar la autonomía para, legítimamente, establecer el pacto entre mujeres: la sororidad.

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